
En mis comienzos como periodista trabajaba en el noticiero nocturno de una
emisora radial y haciendo un programa exclusivamente de noticias sindicales. En
esos días en que "no hay noticias" ( es un decir: siempre hay noticias
pero hay días en que cuesta más trabajo encontrarlas) sabíamos que podíamos
recurrir a tres o cuatro figurones que no podían evitar hablar de cualquier
cosa apenas se les ponía un micrófono delante. No importaba el tema, estos
figurones con tal de aparecer en el aire hablaban de lo que fuera. Y debo decir
que más de una vez nos salvaban el día.
José Pablo Feinmann es de esta clase de personas. En
general habla de temas que conoce, pero no le importa para quién está hablando,
ni tiene en cuenta que hay algo que en periodismo se llama edición y que puede
tergiversar totalmente las intenciones que uno tenía al responder una
entrevista. Feinmann habla. Hoy para La Nación, mañana para
Prensa Obrera y pasado mañana para Cabildo.
Es que José Pablo Feinmann (JPF) parece desconocer aquello
de que “el medio es el mensaje”. Cree estar por encima
de esa definición.
En los últimos días ha estado circulando en las redes sociales de internet
una entrevista a JPF hecha por Ricardo Carpena
para La Nación. Se trata de la última entrega de la serie“Pensar la Argentina que viene”,
que comenzó el 31 de octubre pasado con Beatriz Sarlo y
también incluyó a Ricardo Forster, Juan José Sebreli, Jorge Coscia,
Santiago Kovadloff, Horacio González y Marcos Aguinis.
La intención evidente del diario de los Mitre era lograr 8 testimonios en una
supuesta armonía: 4 a favor del Gobierno y 4 en contra de él. La entrevista a Feinmann
descolocó a propios y extraños e inclinó la balanza para el lado menos pensado.
Antes de pasar a desgranar las primeras impresiones que me produjo esta
entrevista a JPF quiero decir que lo leo desde hace muchos
años y que además tengo mucho que agradecerle. Feinmann es un
tipo que ayuda a pensar aún cuando uno no coincida con sus criterios. Sus
contratapas en Página 12 durante el menemismo eran un bálsamo entre tanta
mediocridad y claudicación. Otro tanto vale decir para sus libros, los de
filosofía claro, que JPF es un pésimo escritor de ficción,
todo hay que decirlo. Así que estas líneas están escritas desde la admiración
hacia el maestro y la decepción ante sus límites tan evidentes.
1.- ¿Cuál es la diferencia entre la revista Gente y el diario La
Nación?
Lo primero que me llamó la atención fue que Feinmann
accediera a una entrevista con La Nación. En su anteúltimo libro ("El
Flaco", Editorial Planeta) hay un extenso capítulo en donde expresa su
indignación por el hecho de que Néstor Kirchner y Cristina
hubiesen accedido a figurar entre los personajes del año (2003) de la revista
Gente. Y tenía razón Feinmann, como lo reconoció de hecho el
propio Néstor Kirchner. También habla en este libro de una
entrevista que le realizara la revista Veintitrés y que, según JPF,
fue editada de tal manera que terminó tergiversando sus opiniones. Y jura en
ese libro que nunca más daría una entrevista a un semanario argentino. Y abunda
(pag 312): "Tampoco en radio. Ni televisión. Nada. Nada -al menos- de notas
políticas. Ellos, siempre, presentan el material de un modo en que te hacen
decir lo que ellos quieren" A continuación, en ese mismo párrafo viene
esta aclaración: “Esto no fue así. Continué aceptando notas. Pero cada
vez hubo y hay menos lugares confiables donde hacerlas”. Al parecer,
para José Pablo Feinmann, La Nación es un "lugar
confiable".
2.- El miedo de los intelectuales progresistas a ser etiquetados de “orgánicos”
Producto del terror y el consecuente vaciamiento ideológico que se vivió a
partir de los mediados de la década del ’70, ser un intelectual "orgánico" – es decir, que se encuadrara orgánicamente dentro de la ideología que sustenta
a un partido político- pasó a ser el peor de los insultos. Claro que esto sólo
funciona para los intelectuales de izquierda. La derecha exhibe con orgullo a
sus intelectuales orgánicos, por supuesto que presentándolos como “independientes”.
Lo más trágico es que muchos intelectuales de izquierda reclaman también su
derecho a la independencia, cayendo en una trampa que no es sólo semántica sino
fundamentalmente de contenidos. "¿Cómo va a pensar un intelectual que está
pegado a un partido?", se pregunta JPF en esta
entrevista. Me gustaría saber que opinaría de esta cacareada "independencia" un intelectual como Rodolfo Ortega Peña. Por lo pronto no me
lo imagino tomando distancia del Justicialismo para poder expresar sus
opiniones.
Precisamente fue Néstor Kirchner quien da en la tecla de lo
que le sucede a Feinmann en un mail que le enviara al
escritor: "Por eso creo que vos y yo no pensamos tan diferente, sino que
tenés miedo. Miedo de que te confundan, porque creés que la
individualidad te va a preservar.Pero no te olvidés que
pertenecemos a una generación que siempre creyó en las construcciones
colectivas. La individualidad te pondrá en el firmamento, pero
sólo la construcción colectiva nos reivindicará frente a la historia" (Ob. cit. pág 309).
Creo que no hace falta abundar más en este punto.
3.- ¿La Revolución Cubana es un “error”?
Otro tópico recurrente en Feinmann es su menosprecio hacia
la Revolución Cubana y su odio visceral hacia la figura del Che Guevara. "En lugar de ver los errores que cometió Guevara se lo tranforma en un
mártir. 'Sean como el Che', dice Castro en un célebre discurso. Bueno,
miren" -dice JPF en la entrevista de La Nación- "habría
que haberles dicho a los muchachos: 'No sean como el Che'" (sic). Yo
entiendo que uno pueda disentir sobre la teoría foquista, pero reducir al Che
a un simple propagador de la misma es una canallada. Sólo es explicable por la
terrible frustración que debe producir el llegar al final de la vida y ver que
ya no se tendrá tiempo para defender con el cuerpo lo que se sostiene con la
lengua.
Otro dato que aprendí sobre los figurones que quieren estar en el aire a
cualquier precio es que, por lo general, ofrecen respuestas para agradar a su
entrevistador, supongo que pensando que así tendrán más espacio. Carpena
se las debe haber visto en figuritas para titular su nota, porque Feinmann
hace un verdadero esfuerzo para brindale titulos impactantes: "A nadie le
conviene un gobierno de Moyano", "No sean como el Che" y sin dudas la
frutilla de esta entrevista:
4.- “Es muy incómodo adherir al gobierno de dos multimillonarios que
te hablan del hambre”
Qué bajeza. Parecería que habría que recordarle a JPF que no nos fue tan
bien con presidentes de humilde patrimonio, como Illia o Alfonsín,
por mencionar sólo dos ejemplos paradigmáticos.
Lo que quiero señalar es que poco importa si Cristina es
millonaria o no si está implementando medidas que favorecen al conjunto del
pueblo. En todo caso habría que agradecerle a Cristina que no
hace beneficencia como otros millonarios y en cambio impulsa medidas de notable
impacto para alcanzar la justicia social.
Néstor y Cristina implementaron el cambio
político-cultural y económico más importante en la Argentina de los últimos 60
años. Y este dato aparece diluído en la entrevista, apenas como algo
anecdótico: "Cristina se enfrenta en los foros internacionales al Consenso
de Washington" dice JPF. No sólo en los "foros internacionales" Feinmann,
no sólo.
Desde el 2003 en el país se lleva a cabo en el país un proceso de reparación
histórica en lo económico, social y político sin parangón en nuestra historia.
Que vos, JPF, hayas querido tocar este dato de manera
tangencial sólo para congraciarte con tu entrevistador es tu decisión y tu
derecho. Pero no nos vengas a decir ahora que "tergiversaron" tus
palabras o que "las sacaron de contexto".
Es lamentable Feinmann que por 11 minutos al aire del
periódico más reaccionario de la Argentina hayas tirado por la borda toda tu
historia personal y también, por qué no decirlo, tu amada "independencia" de criterio. El cholulismo terminó devorándote hermano. Merecerías este año
salir entre los famosos de la revista Gente, lástima que ya salió esa edición y
para el año que viene todo lo tuyo será una triste anécdota.