lunes, 19 de septiembre de 2011

No Querer Más Lola

Lola era una marca argentina de galletitas de principio de siglo, famosas por el cuidado puesto en su elaboración, llevada a cabo con los mejores ingredientes y sin ningún tipo de agregado artificial, lo que las convirtió en las preferidas de los grandes médicos especialistas que las recomendaban para la inclusión en las dietas de sus pacientes, sobre todo los que no podían ingerir alimentos convencionales. Tanto fue así, que en los sanatorios, clínicas y hospitales comenzaron a incluirlas en la alimentación de enfermos de toda clase. Cuenta la tradición que, estando de visita alguien en un sanatorio de la ciudad de Buenos Aires y mientras recorría junto a un amigo las instalaciones del nosocomio, fue a dar a la puerta de la morgue, de donde precisamente salía un enfermero empujando una camilla que portaba un cadáver. Ante tal escena, el visitante, luego de mirar pasar al macabro cargamento, giró, miró a su ocasional acompañante y le dijo: Ese, no quiere más Lola..., aludiendo obviamente a la condición del fiambre, que ya no comería ni esa ni ninguna otra marca de galletitas. Con el tiempo, la expresión vino a significar que alguien desiste en su intento por alcanzar un logro que se le presenta inaccesible o, lisa y llanamente, abandona una tarea. 

BREVE HISTORIA DE BAGLEY Y DE SUS PRODUCTOS

 
Bagley: Historia de pioneros

En 1862, un norteamericano de 24 años llegó a la ciudad de Buenos Aires.
Poco tiempo después de arribar, Melville Sewell Bagley se empleó en la droguería La Estrella, de la familia Demarchi. Desde allí, su espíritu inquieto lo llevó a buscar la receta para elaborar un tónico refrescante, basado en las cortezas de las naranjas amargas. A fines de 1864, lanzó Hesperidina, un aperitivo que se presentó como la solución a muchos problemas digestivos corrientes. Así fue el inicio de una empresa que, con el paso del tiempo, se convirtió en una de las más importantes y tradicionales del rubro alimenticio de Argentina y un referente indiscutido en galletas.
Hesperidina, la marca registrada Nº 1

A pocos meses de su lanzamiento, Hesperidina ya era todo un éxito.
Doce años más tarde se creó por ley, a instancias del propio Melville S. Bagley, la Oficina Nacional de Patentes y Marcas de Argentina. Como reconocimiento a su acción, el 27 de octubre de 1876 se le otorgó a Hesperidina la Marca Registrada Nº1 del país
El primer slogan publicitario 

Alentado por el éxito, en 1875 la empresa decidió encarar una actividad en la que llegaría a convertirse en líder: la fabricación de galletas. Su primer lanzamiento a la venta fue Lola, la primera galleta elaborada por Bagley con una muy rápida aceptación desde el momento mismo de su lanzamiento.
Una de las fundadoras de la Unión Industrial Argentina 

Pocos años más tarde, el 7 de febrero de 1887 sería Bagley una de las 14 empresas fundadoras de la Unión Industrial Argentina. La lista de productos ya se había extendido; entre otras marcas, Bagley fabricaba las galletas Lola, Soda, Variedad y Tertulia.

Asimismo, se decidió extender la distribución de productos a nivel nacional con el apoyo de viajantes que se movilizaban en distintos medios de transporte con la identificación de la empresa.
En 1880, el 14 de julio, una vida de esfuerzos llegaba a su fin: Melville S. Bagley moría a los 42 años de edad pero la compañía continuaba su camino.

martes, 13 de septiembre de 2011

Amigo Maestro, En Tu Día…


A mis amigos, los Maestros de diploma y de gradúo,
a mis amigos, los que enseñan siempre, y dejan huellas,
a  mis amigos, los que sin proponérselo educan,
a mis amigos, esos que profesan el silencio y la humildad,
a mis amigos, que se juegan en su tarea cotidiana de orientar,
a mis amigos, formadores de hombres y mujeres en el trabajo cotidiano,
a mis amigos, los provocadores de la atención y el pensamiento,
a mis amigos, los descubridores de lo que está oculto,
a mis amigos, los que son capaces de crear, que no es descubrir,
a mis amigos, los que visibilizan lo invisible,
a mis amigos, esos sutiles magos  que se ocupan de hacer intangible lo más cruento y doloroso de la vida,
a mis amigos, esos locos de la perseverancia inmaculada y generosa, de lealtades inconmensurables y sin límites …
En definitiva, a  los que trabajan para que la esencia humana no se diluya entre el medir, el pesar y el contar. A todos, maestros muchos -  ¡vaya “GENTE” ¡- este hermoso poema de Hamlet Lima Quintana:

"Gente"

Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos,
nos invita a viajar por otros mundos
y permite florecer todas las magias.
 Hay gente que con solo dar la mano,
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas;
que con solo empuñar una guitarra
te regala una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca,
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas.
Y se queda después como si nada.
Y uno se va de novio con la vida,
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.

Fuerte abrazo!!


Miguel Núñez Cortés

Poemas de "La breve palabra" Hamlet Lima Quintana
Ediciones del Valle - 1998 - Bs.As. Argentina

Carta de Lector: Colectivero


Publicado el 9 de Septiembre de 2011

Soy de la época del colectivero múltiple. El de los diez brazos y otras tantas manos. El tipo tenía cercano a él un tubo metálico horizontal, con dientes en sus bordes. Salían del tubo tiras de papel de distintos colores, llamadas boletos. Cada boleto llevaba números, que correspondían a las distintas secciones por las que atravesaría el pasajero.

El pasajero subía con el dinero en su mano, el colectivero lo contaba, y le daba el vuelto, en dinero papel de su billetera y en monedas que estaban en el monedero, el que gatillaba para que salieran de los tamborcitos. Y así para cada uno de los pasajeros de la fila que subía al “bondi”. Mientras tanto miraba por el espejo levantando su cabeza y se fijaba si habían bajado los pasajeros que querían descender.

La puerta delantera se abría y cerraba a mano, con una palanca. Los colectivos no tenían caja automática y el conductor, al que llamábamos “chofer”, hacía los cambios de velocidad como cualquier hijo de vecino. Los asientos del colectivero no tenían resortes ni amortiguadores. No había calefacción ni vidrios polarizados.

“Corriéndose para atrás que hay lugar”, gritaba, para cargar más pasajeros y no dejar a nadie abajo. Cuando la parada era a la izquierda, entonces los pasajeros bajaban y subían por la puerta del pozo, cercana a él, que era abierta y cerrada manualmente. Voceaban las paradas, hacían acordar a los pasajeros cuando se lo pedían y no se olvidaban, anotaban los horarios en los registros y atendían al inspector (el “chancho”) que les controlaba el corte de boletos y el respeto del horario.

Ah, y no se quejaban de tendinitis.
Esto no fue publicado. Se adjuntan a modo ilustrativo, para los más jóvenes.


 

MONEDERO

jueves, 8 de septiembre de 2011

La oposición ha muerto, viva la oposición

Las pasadas elecciones primarias no solo sorprendieron a mas de uno -incluído quien escribe- sino que, además, presentaron un escenario que necesariamente implicará una reconfiguración de la política argentina, que se terminara de consolidar el día después a las elecciones de octubre, al menos si no sucede una verdadera sorpresa. El resultado electoral mostró la consolidación del partido oficialista como fuerza política hegemónica a nivel nacional, y muy por detrás una terrible dispersión y -también origen de esa dispersión- el eje de estas líneas: una pésima adaptación de las fuerzas opositoras a la actualidad política argentina y en general. Hay algunas cosas que han quedado bastante claras luego de lo ocurrido hace ya unas cuantas semanas. En primer lugar, el fracaso de los proyectos políticos improvisados y basados fundamentalmente en las figuras políticas por sobre una idea, modelo o visión. Nunca se supo que ofrecía la oposición más que ser oposición. Nunca quedo claro que los diferenciaba del gobierno y entre ellos. Con una sociedad positiva o negativamente kirchnerista (es decir, kirchneristas o antikirchneristas), la multiplicidad de opciones opositoras no claramente diferenciadas produjo una terrible dispersión que fue letal para dicha oposición y que, para colmo, hoy los sondeos muestran invertida: los que estaban en cuarto y quinto puesto pasarían a segundo y tercero, bajando los que terminaron en el podio en agosto. En segundo lugar, quedo claro que los partidos tienen su peso y su esencia, su historia, que no es decorativa. El kirchnerismo se peronizó todo lo que pudo y se mostró, al menos desde 2009, como la principal fuerza peronista sin caer por ello en un innecesario sectarismo. El gobierno nacional fue siempre, o al menos de un par de años para acá, bastante mesurado en ese sentido, pero entre otras cosas que dejaron el impacto de junio de 2009, una de ellas fue la valoración por parte del oficialismo del rol de los partidos políticos y la necesidad de pluralidad dentro de esas fuerzas políticas. El proyecto nacional, digamos, cualquier proyecto nacional, requiere de gente que no piensa exactamente como uno. Eso es inevitable en tanto seamos 40 millones y queramos abarcar a todos los argentinos que quieran en cualquier proyecto político. Todo lo contrario hizo el radicalismo y el resultado esta a la vista: es más que probable que ni siquiera se convierta en la segunda fuerza luego de octubre. La heterodoxia de Alfonsín en su alianza con De Narváez y todo lo que eso implicó de la candidatura a gobernador para abajo (por ejemplo, Mercuri candidato en la lista "radical"), fue un abuso de confianza y un intento de transversalidad un tanto desmedido que desestimo la importancia de la UCR como uno de los grandes partidos políticos. La reestructuración de la UCR después de esto es inevitable, los fracasos han sido muchos para el radicalismo y todas sus chances de resurgimiento siempre fueron boicoteados por sus propios dirigentes. Aun así, el radicalismo sigue teniendo alma propia: con todo eso logro el segundo lugar en las elecciones pasadas, y, pase lo que pase, luego del peronismo el radicalismo es la fuerza política con mas despliegue nacional, por lo que uno puede imaginar que lejos estamos de ver el fin de la UCR, sino mas bien algún giro en el sentido de reintegrarse y consolidarse como segunda fuerza detrás del peronismo que, de darse los resultados proyectados, estaría en las manos del kirchnerismo durante al menos cuatro años. Al "peronismo disidente" no le va a quedar otra que fusionarse con el PRO o competir por dentro del PJ con el kirchnerismo si no quiere convertirse en el Frepaso de derecha. Podríamos decir, algo metafóricamente, que la oposición post-125 va a morir en octubre si el oficialismo repite los números de agosto, para resurgir otra oposición que, por su propio bien y por el bien de la democracia, es probable que se vuelva mas partidaria que personalista. Incluso así va a tener que ser en el kirchnerismo como fuerza hegemónica justicialista: Néstor ya no esta y Cristina no tiene mas tiempo -y, creo yo, comprende muy bien que aun con todo a favor y con los mejores resultados posibles, es poco prudente buscar alguna vía para prolongar su mandato, que el proyecto kirchnerista tiene que echar raíces y dejar de ser un proyecto de Néstor y Cristina para ser el eje de reconstrucción de un movimiento político popular, nacionalista o bien regionalista y desarrollista en oposición al liberalismo construido en Argentina paulatinamente desde marzo de 1976. La democracia argentina necesita dar este paso, es fundamental. No porque a algunos nos molesten los personalismos, en particular podría decir que no es el caso. Sino porque los personalismos muchas veces tienden a diluir el espíritu de los movimientos políticos, de las diferentes corrientes partidarias y de los propios partidos políticos. Los líderes tienen un tiempo de vida útil, y como todas las personas, cambian y no necesariamente para bien. Los movimientos políticos perduran y son un poco mas estables, siempre hay alguien atrás que puede tomar la posta de ese líder, aun si ese líder es un líder carismático, fuerte, capaz, etc. La reforma política seguramente fue pensada en este sentido. Es necesario para la democracia que existan un número razonable de partidos políticos, estables y representativos, que garanticen la diversidad de opciones claras y concretas para el electorado por encima de los proyectos personales. Carrió desapareció, entre otras cosas, porque hizo y deshizo tantas agrupaciones políticas, tantas alianzas y dijo y desdijo tanto que es indescifrable, votar a Carrió es no saber bien que se esta votando. Su figura, por si misma, no vale nada. Lo que valía de Elisa era su discurso, o su posicionamiento, nos guste o no. Pero eso ya no existe mas, solo queda ella, la cáscara, la presencia física. Se percibe fuertemente que dentro no queda casi nada, que entre las malas opciones radicales es más lógico refugiarse en la opción más ortodoxa, que es lo que finalmente hizo ese electorado radical. La reforma política va a establecer, si todo va bien, una supervivencia natural en los partidos en la que sobrevivirán los que mejor se adapten a su ecosistema, al mundo interno de cada partido como al mundo externo. Las internas van a definir que tanto esa corriente representa o corresponde a ese partido político, y que tanto se adapta a las necesidades de la sociedad en la coyuntura, a la realidad y las necesidades de cada tiempo. Es muy probable que veamos morir a un estilo de oposición para ver nacer otro. Todos deberíamos alegrarnos de eso, es momento de romper con esta estructura: le hace daño a la oposición, que no tiene rumbo, que esta fuertemente dispersa y atomizada, y le hace daño al oficialismo al quitarle la fuerza impulsora necesaria para evitar el estancamiento. Necesitamos una democracia más aceitada y dinámica, mas polarizada y con partidos mas fuertes. Y para eso, necesariamente, algo tiene que morir y algo tiene que nacer.

Publicado por: Patricio.
 

viernes, 2 de septiembre de 2011

Lo Que Nuestra Filosofía Intenta




“Lo que nuestra filosofía intenta restablecer al emplear el término armonía es, cabalmente, el sentido de plenitud de la existencia. Al principio hegeliano de realización del yo en el nosotros, apuntamos la necesidad de que ese ‘nosotros’ se realice y perfeccione por el yo. Nuestra comunidad tenderá a ser de hombres y no de bestias. Nuestra disciplina tiende a ser conocimiento, busca ser cultura. Nuestra libertad, coexistencia de las libertades que procede de una ética para la que el bien general se halla siempre vivo, presente indeclinable. El progreso social no debe mendigar ni asesinar, sino realizarse por la conciencia plena de su inexorabilidad. La náusea está desterrada de este mundo, que podrá parecer ideal, pero que es en nosotros un convencimiento de cosa realizable. Esta comunidad que persigue fines espirituales y materiales, que tiende a superarse, que anhela mejorar y ser más justa, más buena y más feliz, en la que el individuo puede realizarse y realizarla simultáneamente, dará al hombre futuro la bienvenida desde su alta torre con la noble convicción de Spinoza: ‘Sentimos, experimentamos, que somos eternos’.” General Juan Domingo Perón. Parte de su discurso inaugural en el 1° Congreso Nacional de Filosofía, Mendoza, Argentina. 1949. Estos postulados fueron asumidos plenamente por Néstor y Cristina. Y para tranquilidad del General, la Filosofía ya no lo intenta, los ha puesto en acto, ¿no les parece?