miércoles, 30 de noviembre de 2011

Señales Claras De Lo Que Vendrá


Por Hernán Brienza
(Periodista. Escritor. Politólogo)


El gobierno ha decidido dar paso a una etapa marcada más por la creación y acumulación de riqueza que por su redistribución. La presidenta ha dado una señal de apoyo indudable a los sectores juveniles de la política y, por último, ha intentado marcar la cancha a algunos sectores del movimiento obrero organizado.

Sin dudas, la semana que acaba de terminar ha sido definitoria en muchos aspectos. Finalmente, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha dado señales claras de cómo será la próxima etapa –resultado temporal de una conducción estratégica y pendular como ha caracterizado siempre al movimiento nacional y popular, y al peronismo en particular– de profundización e institucionalización del modelo instaurado en 2003. Además, ha dado una señal de apoyo indudable a los sectores juveniles de la política y, por último, ha intentado marcar la cancha a algunos sectores del movimiento obrero organizado. Lo distintivo de la semana sin duda fue el affaire UCR. Lo novedoso: la creación del Instituto Dorrego.

Frente a un año complicado como el que se avecina, el gobierno ha decidido dar paso a una etapa marcada más por la creación y acumulación de riqueza que por su redistribución. Ha considerado necesario recostarse en el sector productivo para generar un nuevo círculo virtuoso de la economía –que deberá reiniciarse ya no con el incentivo de la demanda por parte del Estado si no por la inversión del mundo privado– que permita el mantenimiento de todos los puestos de trabajo existentes más la creación de nuevos, que facilite llegar a la ansiada ocupación plena, que es el 95% de la masa laboral.

Para eso parece necesario brindarles algunas certezas al sector empresarial y corregir algunos puntos del modelo: frenar el aumento de precios por el cuello de botella productivo generado, entre otras cosas, por la cultura especulativa empresaria e intermediaria, mantener los números macroeconómicos en regla –superávit y reserva monetaria, entre otros– y mantener el tipo de cambio en un equilibrio que no haga perder competitividad pero tampoco genere inflación. En ese marco, el anuncio de que no saldrá la ley de reparto de ganancias –que debería ser reglada por ley y no por paritarias porque se trata de un principio constitucional previsto en el artículo 14 bis– marca un límite concreto a las demandas del movimiento obrero Organizado. Pero, también, pone en un lugar incómodo a la conducción de la CGT que tampoco tiene mucho espacio para reposicionarse sin generar molestias en quienes apoyan al modelo e incluso a los hombres del sindicalismo.

Otro párrafo aparte merece el discurso en aeroparque, en el que con temple agónico, emuló el discurso de Evita en el 51 cuando enfrenta personalmente a los delegados ferroviarios que le hacían una huelga al gobierno peronista. La presidenta fue tajante: ¿Cómo puede ser que los trabajadores boicoteen el modelo que generó la inclusión social, las paritarias, los aumentos salariales, la Asignación Universal? Una vez más, Cristina Fernández reclamó la titularidad del Modelo y pidió lealtad y reconocimiento a las bases. Lo que dijo, después de todo, es que “no hay un modelo antes del modelo”, y que en todo caso pudo haber habido lealtad a una entelequia, pero no mucho más.

Quizás una frase que se desprende de los discursos que dio esta semana la presidenta sirva para analizar un problema fundamental que tuvo y tiene el modelo nacional y popular a lo largo de su historia: la dificultad para generar cuadros políticos, económicos, académicos, intelectuales y comunicacionales, por ejemplo. El apoyo a Mariano Recalde y a los sub-40 no consiste en una cuestión meramente caprichosa como plantean los medios hegemónicos y los viejos vinagres del periodismo argentino. Se trata de una cuestión estratégica:

1) Los cuadros capacitados para gestionar, pensar, comunicar la Argentina ya están comprometidos, en un sentido o en otro, con parte de las viejas estructuras de poder como el duhaldismo, el menemismo, el delarruismo, las empresas periodísticas ligadas a la dictadura militar, por ejemplo.

2) Es necesario capacitar a quienes gobiernen, piensen y comuniquen los próximos años con sentido político determinado porque es la única manera de quebrar la hegemonía liberal-conservadora que ha gobernado este país desde 1852 a la fecha, excepto breves interregnos democráticos –yrigoyenismo, peronismo-.

3) El déficit de cuadros que tiene el movimiento nacional y popular se debe fundamentalmente a que no tuvo posibilidad de gobernar la Argentina en forma continuada, mientras que el liberalismo-conservador ha invertido millones y millones de dólares en formar sus cuadros académicos, intelectuales, comunicacionales y políticos.

4) La necesidad de educar a funcionarios en actividad se hace más que evidente teniendo en cuenta una política hegemónica a mediano y largo plazo. Esto incluye también cuadros empresariales y sindicales, obvio. Esos cuadros, obviamente, deberían elaborar políticas diferenciadoras en la gestión del Estado, en el aparato comunicacional, en los ámbitos académicos, en los relatos de la historia.

(Digresión autorreferencial: Es interesante cómo opera el periodismo obseso-opositor en la Argentina. Por distintas circunstancias, tuve la posibilidad de ser testigo del armado –digo testigo porque por distintos motivos no fui protagonista– del Instituto Manuel Dorrego, creado recientemente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y pude contrastar la realidad de su creación con lo que escribieron las plumas más significativas del vedettismo gráfico. Han mentido. Han ofendido. Han tergiversado. Se han hecho los irónicos. Han sido verdaderamente miserables, muchachos. No me sorprende, soy periodista y hace un par de años escribí las Veinte Verdades Periodísticas en el diario Crítica y en el que decía que los trabajadores de este rubro estábamos convertidos en miserables. Desgraciadamente no me equivoqué. La forma en que operan es asombrosa. Asombrosa).

Por último, otro gran hecho de la semana fue que un sector del radicalismo hizo una invitación al conjunto partidario a discutir el posicionamiento ideológico de la UCR frente a la irrupción del peronismo kirchnerista en la política argentina. Daba pena ver al partido –que realizó las revoluciones democratizadoras de 1890-93 y 1905, que inició la cuestión nacional en el siglo XX, que fundó YPF, que con sus contradicciones y con sus aciertos, formaba parte, en algunos aspectos progresistas en otros muy retardatarios del movimiento nacional y popular, que intentó la socialdemocracia luego de la dictadura– atado a los grupos económicos concentrados, a los monopolios mediáticos, a la Sociedad Rural desvirtuando su historia. El debate interno, aún cuando no se produzcan recambios generacionales, aún cuando el kirchnerismo les impida colocarse en el lugar único de progresismo, siempre será mejor que el desfile carnavalesco de dirigentes que emitían frases discriminatorias hacia el pueblo mientras defendían los intereses de las corporaciones. ¿Podrá el radicalismo recuperar sus viejas banderas o ya, por una cuestión sociológica e ideológica se ha acabado su misión histórica?

Por lo demás, como dice Franco Vitali, la historia la ganan los que la escriben.

DIARIO TIEMPO ARGENTINO

La Historia y Los Relatos


 
Por Raúl Degrossi


Más allá de si es un acierto o no poner al frente del organismo a Pacho O´Donnell, siendo que lo forman otros historiades de la talla de Hugo Chumbita, es interesante (y reveladora) la reacción del diario de Magnetto, y de algunos historiadores "de la academia", como Hilda Sábato, que opina en la nota.

Como tan bien lo señalara Arturo Jauretche, en la Argentina se hizo una verdadera "política de la historia": la falsificación de la historia no fue una simple disputa académica (que por lo demás nunca fue tal, en tanto la historia novelada del mitrismo fue científicamente superada hace más de un siglo), sino una pedagogía política puesta al servicio de un "relato" (palabra que ahora molesta a Clarín), el de los vencedores de Caseros.

Cuando Cristina dice en Obligado que al país le fue como le fue porque en Caseros ganaron los que ganaron, y lo compara con lo que pasó en EEUU con la guerra de Secesión, no sólo revela que es una lectora fiel de Jauretche: da en la tecla de una de las claves fundamentales de nuestro desarrollo histórico.

Nada indicaba que las cosas tuvieran que ser -forzosamente- como fueron, pero en cierto modo el desarrollo de la Argentina posterior al 3 de febrero de 1852 tuvo que ver con una matriz mental -plasmada en la Constitución de 1853-, y con un complejo de inferioridad mental inducido, donde todo rasgo identitario de afirmación nacional -como el combate de Obligado- fue escrupulosamente borrado de la historia argentina: las "Bases" de Alberdi lo dijeron con claridad, no era tiempo de héroes de la espada, sino del comercio.

En trazos gruesos, allá triunfó la visión industrialista, proteccionista, de un país desarrollado a partir de un mercado interno, que derrotó a la economía de plantación y monocultivo, sustentada en la mano de obra esclava, y que producía algodón para los telares ingleses. Acá -aunque Rosas mismo fuera ganadero, representada quizás a la fracción más auténticamente emprendedora de su clase- sucedió todo lo contrario.  

El despotismo turco (la expresión es del mismo Alberdi) ejercido por Mitre en la edificación del relato de la Argentina oficial (concebida como la única posible) presidió algo más que la versión de la historia del país que la clase dirigente propagaba: generó el trasfondo cultural desde el cual el país era interpretado, y que a su vez permitía mantener en estado vegetativo las energías que podían otorgarle un destino distinto que el de la feliz granja colonial del imperio.

El revisionismo histórico abrió grietas en ese muro (construído por décadas por Mitre, Groussac y sus herederos, a izquierda y derecha) en el plano de la investigación historiográfica, pero no logró cuajar sus ideas en un proyecto político hasta el advenimiento del peronismo: en el radicalismo de Yrigoyen el recuerdo de la "verdadera historia" era más bien una percepción personal del Peludo, que un credo ideológico del partido; que en buena medida tributaba al programa de la Constitución de 1853, cuyo cumplimiento escrupuloso exigía a los arquitectos del fraude electoral.

Andando el tiempo hasta hoy, estos tiempos de recuperación del debate político que vive la Argentina (aun con la tosquedad promedio que se ve en el abordaje de los temas) reactivan el interés social y político de la disputa por el relato; y si no que lo diga el mismo Clarín, que desde su colosal despliegue de medios fue construyendo una plataforma de ideas que vendió (con éxito, por cierto) como la expresión del sentido común del argentino promedio, cuando no eran más que el camuflaje de la defensa de sus propios y concretos intereses.

De uno y otro lado de la disputa, se zigzaguea en asignarle o no relevancia política a esa disputa por el sentido, y se pasa de considerarla un día trascendental y dirimente, a irrelevante en términos políticos al siguiente.

Pero lo cierto es que la disputa existe y está planteada; y la discusión por lo que fuimos como país (nuestra historia), no es sino un capítulo más de la disputa de lo que queremos ser; y esa tensión explica las reacciones exacerbadas que generan iniciativas como la creación del instituto del que habla la nota.

No escaldado aun por el estruendoso fracaso de su intento por incidir en el plano electoral que reveló el resultado del 23 de octubre, el diario de los dueños de Papel Prensa (otro ejemplo claro de los beneficios concretos que trae el ocultamiento y la mistificación de la historia) alza la guardia toda vez que además, cree amenazado su "relato" del devenir político nacional; aunque no tenga -como su socio La Nación- la misión de ser el albacea testamentario de la herencia de Mitre.

Y en ese tren, nunca le faltarán aliados en apariencia progresistas y bien intencionados como Hilda Sábato, de esa generación de historiadores que tributan a Tulio Halperín Donghi y José Luis Romero; los máximos exponentes del aggiornamiento metodológico y de expresión del viejo mandarinato mitrista.

No se trata -como con fingida ingenuidad plantea Hilda Sábato- de que determinados personajes históricos hayan o no sibo abordados por la academia en los últimos años; si no existe en muchos de esos abordajes la real intención de revisitar la historia argentina con seriedad científica, pero con el intento de aportar a la comprensión y la construcción del país real.

De lo contrario se obvia un detalle central: la historia es la política del pasado, y las categorías que aplicamos al presente (factores de poder, intereses en disputa, climas de época) no sólo le caben a ese pasado para entenderlo cabalmente como objeto de disección científica, sino para entender en que medida proyecta sus líneas al presente.  

Porque cuando se insiste en revisar la historia (no sólo y ya no tanto desde una pura perspectiva académica o científica, sino de su proyección política y social), en rigor lo que se plantea es una disputa por el sentido; y es allí donde a algunos les molesta sobremanera que ciertas verdades indiscutidas por año, sean cuando menos puestas en duda: algo parecido a lo que sucede en cierto periodismo como Lanata, que gozó hasta hoy de un prestigio que se reveló en buena parte inmerecido.

El peso de las diferentes tradiciones históricas e historiográficas (esos "relatos", con las comillas que prefiere Clarín) en los alineamientos y tomas de posiciones de la discusión política cotidiana es algo no frecuentemente dimensionado en su justa medida; y algo que (si se lo profundizase) brindaría claves de comprensión de muchos hechos políticos que -a primera vista- parecen incomprensibles, o carentes de toda lógica, como por ejemplo la divisoria de aguas que se dio durante el conflicto por las retenciones móviles. 

Cualquiera sea la incidencia que se le asigne a la construcción de un relato en las determinaciones políticas de una sociedad, cierto es que un movimiento político se consolida en el rol gravitante del sistema (como le pasa al kirchnerismo) cuando logra en cierto punto imponer el propio.

Alguien dirá: si la economía no funcionase correctamente y produjese resultados que se pueden medir, la credibilidad del relato se vendría abajo, si es que alguna vez estuvo en alto, o determinó los comportamientos políticos de la sociedad; y muy probablemente estará en lo cierto.

Tanto como que los procesos políticos requieren de elementos ordenadores, propios del discurso político, que le dan coherencia y sentido a sus acciones, y crean una cierta mística social en torno a ellas: es allí donde el kirchnerismo se ha revelado eficaz, particularmente en determinados sectores (como los jóvenes); y en algunos casos más allá de sus propias realizaciones concretas en cada plano.

Y eso es percibido por los "dueños" de la historia (que como decía Rodolfo Walsh, son los dueños de todas las demás cosas) como un peligro potencial, con lo que se llega al absurdo que se cuestiona la supuesta (o real) intención de construir un relato histórico "oficial" (urdido desde el aparato del Estado), en nombre de un pluralismo que jamás ha existido, menos en la lectura de la historia política argentina.

Y tan cierto es que la historia se resignifica en clave política presente, que el temor es que el 54,11 % de Cristina (construido a partir de hechos palpables de gestión) termine validando políticamente un relato histórico que cuestiona muchos de los supuestos culturales centrales de más de un siglo y medio del devenir de la Argentina, y se convierta a su vez en la plataforma de desarrollo de fases más progresivas de un proceso de cambio.

Lo que se dice una disputa un poco más compleja y trascendente que la visión que alguna escuela historiográfica puede tener de tal o cual personaje de la historia argentina. 

Actualización: Demostrando donde hay en realidad "pensamiento único" y "transmisión en cadena", en el diario que Mitre dejó de guardaespaldas (como decía Homero Manzi) reaccionan indignados historiadores cama adentro de la oligarquía como María Sáenz Quesada, y la infaltable opinión de Betty Sarlo, que como siempre (o casi siempre) le erra como a las peras, y mezcla todo, pongámosle Jorge Abelardo Ramos con los hermanos Irazusta; lo que confirma su pertenencia (gustosa, habrá que decir) al panteón de las vacas sagradas del liberalismo.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Militancia 2.0


Por Fernando Amato

Las nuevas tecnologías cambiaron las formas de participación política y la virtualidad se convirtió en un nuevo espacio de desarrollo militante. El anclaje con la realidad.

Cada vez son menos los que agarran los tachos de cal y ferrite para salir a hacer pintadas. Se perdió el maravilloso arte del engrudo, aquel que evitaba que hiciera grumos para poder utilizarlo en peligrosas recorridas nocturnas para salir a empapelar paredes públicas. Las brochas y los pinceles quedaron obsoletos. Todavía quedan algunos pocos que ponen una mesa en una esquina o en alguna plaza o en la sede de alguna facultad para exponer sus planteos. Y, sin embargo, vivimos una etapa de auge y expansión de la política. Porque las ideas y la pasión siguen siendo las mismas aunque la tecnología haya traído nuevas formas de comunicación masiva que postergaron las formas de militancia tradicional. Menos barbas, menos pelos largos y más Blackberrys. Las redes sociales son las nuevas herramientas de la era de la militancia 2.0.

Los primeros en entender el fenómeno fueron los kirchneristas. Una vez más, el Gobierno tiene que agradecerle a aquella traición de Julio Cobos el auge de los blogs identificados con la lucha a favor de la distribución de la riqueza que significaba la resolución 125. Nacían los blogueros K. “Los blogs habían nacido unos años antes, de hecho yo ya había trabajado en un blog Sumate a Cristina en 2007, pero en la discusión por la 125, con todos los medios en contra, nos sentimos muy solos. Los blogs fueron la forma de hacer catarsis contra el silencio al que nos condenaban esos grandes medios. Fueron una trinchera en medio de la guerra con las grandes corporaciones del campo. Pero después fuimos descubriendo que éramos un montón a los que nos pasaba eso”, cuenta Lorena García, más conocida en las redes sociales como @miunicoheredero. A partir de allí los blogueros K comenzaron a organizar reuniones coordinadas, sobre todo, por el consultor Artemio López y su blog Ramble Tamble. En un momento llegaron a armar el Movimiento Peronista Bloguero (MPB) pero rápidamente comprendieron que la magia de los blogs estaba en su inorganicidad. En abril de 2010 lograron que el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Gabriel Mariotto, y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, asistieran a una de sus reuniones en Parque Patricios.

Pronto llegaría el tiempo de las redes sociales y todo sería Facebook y Twitter. De hecho, desde el 1 de septiembre, Lorena García es una de las principales impulsoras de www.sumateacristina.com, una especie de Facebook kirchnerista: “Compramos una plataforma Ning, que nos cuesta sólo 30 dólares por mes, que tiene el aspecto de un Facebook y permite subir documentos, fotos, videos y que se puede loguear desde Facebook, Twitter y cuentas de correo como Gmail y Yahoo. En un mes sumamos más de 15 mil seguidores”, cuenta. El fenómeno también contempló dos numerosas marchas, a la Plaza de Mayo y el Obelisco, convocadas por el Facebook del programa 6,7,8. Cuando @cfkargentina irrumpió en Twitter se convirtió en la política argentina con mayor cantidad de seguidores en cuestión de horas, y ya superan los 640 mil. Para Lorena García, la militancia virtual del kirchnerismo tiene mucho de espontaneidad: “No hay una campaña 2.0 unificada a nivel nacional, ni siquiera hay una web oficial de la campaña de CFK”. Pero la virtualidad tiene que tener su sustento en la realidad. Varios cacerolazos fueron convocados por las redes sociales sin ningún resultado.

Después del primer impulso oficialista, el resto de las fuerzas políticas pronto se plegó a la búsqueda de voluntades virtuales. El PRO, tan amante de la modernidad, no se quedó atrás. Pablo Alaniz (@pabloalaniz) es uno de los Jóvenes PRO y asesor del diputado Ezequiel Fernández Langan. También fue uno de los responsables de la campaña virtual en la que Mauricio Macri logró la reelección en la ciudad: “Armamos, sobre todo, dos páginas: www.sosbienvenido.com y www.yolovoto.com. La primera tenía como objetivo que tuvieras elementos programáticos para poder defender las ideas del PRO en cualquier debate con amigos o en la mesa familiar. Apunta al militante pero también al simpatizante de nuestro partido. La segunda era para que uno pudiera manifestar su voto a Mauricio y compartirlo en su Facebook o Twitter e invitar a sus amigos a imitarlo. Lo bueno es que esto es gratis y mucho más efectivo que pintar paredes”. Nicolás Pechersky (@supersifon) es secretario de Políticas Universitarias de la Juventud del PRO y ex candidato a legislador. Pero sobre todo es un militante de las redes sociales. “Nos organizamos y armamos los Twitteros PRO. Además tenemos una cuenta en Google Group en donde estamos todos comunicados y, por ejemplo, nos ponemos de acuerdo si queremos impulsar un hash tag (tema en particular) en Twitter”, cuenta.

Un milagro

Quizás una de las campañas políticas más novedosas en las redes sociales fue precisamente el hash tag #unmilagroparaAltamira, en las elecciones primarias de agosto. Nacido como una chanza entre los periodistas Jorge Rial y Gustavo Sylvestre, inmediatamente se popularizó con el objetivo de lograr que el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) pudiera superar el piso que requería la reforma política. “Cuando ellos empezaron con el hash la verdad es que lo estudiamos en el partido y llegamos a la conclusión de que era simpático y para nada agresivo hacia nosotros, así que lo dejamos correr. Y la verdad es que convirtió nuestro mensaje de campaña para conseguir 400 mil votos en algo masivo. De hecho, @altamirajorge duplicó su número de seguidores y por primera vez logramos superar al falso @jorgealtamira. Queremos adaptar nuestras ideas a los famosos 140 caracteres. Sacarnos el estigma de partido con mensajes muy largos y demasiado profundos”, explica Vanina Biasi (@vaninabiasi), candidata a diputada por el FIT y una de las encargadas de activar las redes sociales por el Partido Obrero.

Pablo Borreani (@poloayllapan) es un amante de la literatura. Se enganchó en Twitter para difundir sus gustos literarios. Pero con la muerte de Néstor Kirchner sintió que la política estaba pasando por un momento trascendental. Entonces empezó a participar en las cenas que la legisladora de Nueva Encuentro Gabriela Cerruti organizaba para sus seguidores en las redes sociales. Así fue que se conformó la agrupación virtual @NE2.0, que Borreani administra, y que es una especie de asamblea virtual y para la difusión de sus actividades y proyectos de ley. “Arrancamos unos veinte militantes virtuales y ya tenemos 700 seguidores. Hay mucha participación y debate. Es una nueva forma de militar. Por ejemplo, yo trabajo mucho y no tengo tiempo de militar y esto me permite ayudar a difundir las propuestas del partido. Y lo hago por militancia, yo no cobro un peso por esto”. Para Nuevo Encuentro, el futuro de la militancia estará centrado en las redes sociales con movilidad: “La militancia 3.0 estará vinculada con los celulares. Con transmitir imágenes al instante. Todo el tiempo pasando información política”.

El futuro de la militancia está en juego. Para Pechersky y Alaniz, del PRO, el futuro será una mezcla entre la militancia real y la virtual. “La militancia de los locales, de las orgánicas, no va a desaparecer”, afirman convencidos. Quizás sea como los diarios, o los buenos libros, o las buenas películas, que necesitan de su formato original para apreciarse en su mejor dimensión, pero siguen conviviendo con las nuevas tecnologías. Aunque sea una disputa despareja, se podrán reemplazar las formas, pero en el fondo, lo realmente importante es la discusión de las ideologías.

Revista Caras y Caretas

La Degradación De La Política


Por Alejandro Horowicz
Periodista, escritor y docente universitario.

Europa tuvo desde la II Guerra Mundial un nivel de crecimiento económico considerable, que permitió a sus ciudadanos gozar de un razonable nivel de consumo y bienestar. Es la primera vez en más de medio siglo que ese piso está siendo puesto en cuestión.

La degradación de la política europea ha abandonado el terreno de las hipótesis, para ingresar al de las “patéticas miserabilidades cotidianas”. No sólo la policía tiene que impedir que miles de manifestantes italianos irrumpan en una universidad privada, Bocconi, estrechamente ligada al premier Mario Monti; además decenas de inmigrantes extranjeros fueron obligados a bajar del transporte público griego por simpatizantes de Laos, grupo xenófobo de la ultraderecha, para recibir una dura advertencia acompañada de garrotazos. Las cosas recién se están poniendo en marcha, dado que Laos integra el nuevo gabinete de unidad nacional. Es decir, tecnócratas dispuestos a avanzar en dirección del ajuste sin mayores consideraciones, en un país donde dos de cada tres se oponen y están dispuestos a resistir en las calles. 

En España el mismo debate se libra aun en terreno electoral. La esperada victoria del Partido Popular sobre los socialistas servirá de marco para un nuevo avance de la derecha. En un país donde 5 millones de parados insumen 40 mil millones de euros del presupuesto nacional (un promedio de 670 por cabeza) durante 24 meses, se corre el serio riesgo de poner fin a este subsidio. Es que Mariano Rajoy sostuvo: “Sólo podemos tener el modelo de bienestar que nos permiten nuestros ingresos.” El líder de los populares se abstuvo de hacer mayores precisiones sobre su “programa de austeridad”, pero si algo delata a los conservadores de toda laya es su voluntad de equilibrar las cuentas públicas con el modelo de los contadores. Vale decir, reduciendo “el gasto” y punto. 

Una cosa es el seguro de desempleo cuando los afectados son unas decenas de miles y otra cosa es el 21% de la población activa de la península, mientras la destrucción del empleo prosigue su marcha. Alfredo Pérez Rubalcaba, líder de los socialistas españoles, se ofrecía como único garante del “Estado de Bienestar”. Si bien es cierto que su partido redujo el salario de los funcionarios públicos y elevó la edad jubilatoria, no lo es menos que recorta a menor velocidad que la exigida por Angela Merkel, pero recorta. Entonces, el electorado español que ha soportado el desarrollo de la crisis bajo el gobierno de Rodríguez Zapatero, y que ha comprobado la ineficacia de su gradualismo socialista, comprobará que el recorte sin anestesia de los populares sólo golpeará aun más brutalmente sin remediar nada.

En verdad el futuro gobierno español, tanto como el actual, está atado de pies y manos. Una política contracíclica –donde el Estado asuma el papel de principal estímulo de la actividad económica– requiere reducir el impacto de la deuda pública sobre la actividad productiva. Y esa no es ni puede ser una determinación “nacional”. Es que supone evaluar cuánto vale, en términos de mercado, un euro de deuda. Esta es la madre de todas las cuentas, ya que sin ella se trabaja sobre una hipótesis imposible: la deuda es cobrable tal cual es. Mientras esta consigna opera, mientras se trata de ejecutar políticas que permitan ese cobro, el desguace del Estado de Bienestar no puede interrumpirse, porque es preciso achicar el gasto para pagar. 

En cambio, un sinceramiento de las cuentas públicas pone límite a la destrucción, y habilita una política de reactivación económica. Así como se acepta, mal y tarde, que una quita del 50% de los títulos griegos resulta imprescindible, en el momento en que se trata de papeles en default, si se redujeran todas las deudas en un 25% y fuera garantizado su pago con un titulo de la Unión Europea al 2%, recuperarían la iniciativa política. Es que la necesidad de aplacar a los mercados termina transformándose en dictadura de mercado, y esa dictadura avanza sobre el sistema político en su conjunto degradándolo. 

Retomemos el hilo. Entender que la existencia de deudas “nacionales” atenta contra la sobrevivencia de una moneda común y por eso la propuesta de Merkel (los países que deseen abandonar la zona del euro pueden hacerlo) facilita la desintegración de la Unión Europea, y por tanto, el futuro del euro (incluso para los países que no lo abandonen) se vuelve incierto. No se trata de organizar la ruta de escape, sino de garantizar la estrategia para la continuidad. La defensa de Europa supone, requiere, impone utilizar la crisis como trampolín para un nivel de integración superior (moneda común y sistema fiscal unificado) o caerse del mapa político.

En lugar de utilizar el Banco Central Europeo (BCE) para defender la cotización de los títulos públicos, como instrumento de la dictadura financiera (en caso de no defenderlos la tasa de interés crece y cuando supera el 7% el gobierno es destituido, como en Grecia o Italia, y sustituido por tecnócratas dóciles), utilizar su formidable poderío para remplazar las deudas nacionales por una deuda europea única. Para seguir juntos no tienen demasiada opción, para desintegrarse vale casi todo. 

UN NUEVO MODELO POLÍTICO. En rigor de verdad la continuidad del matrimonio entre democracia y capitalismo de la Unión Europea está en su peor momento. Si se quiere esa es la discusión de fondo. Y en los hechos se formula así: un poder concentrado –los bancos– impone su necesidad como la única que debe ser atendida. Si los bancos deben cobrar, si la lógica sistémica depende de su existencia, la voluntad mayoritaria se vuelve una ficción imposible de sostener. 

La democracia burguesa reposa sobre una premisa elemental: el interés mayoritario –o al menos alguna de sus versiones– puede ser atendido en un cierto grado. Para cada época y circunstancia el “grado” se modifica; en tiempos del presidente Lincoln ese “grado” es menor que en los Estados Unidos del presidente Kennedy, pero en ambos existe un nivel de intolerabilidad y rozarlo siempre resulta delicado. 

Europa tuvo desde la II Guerra Mundial un nivel de crecimiento económico considerable, que permitió a sus ciudadanos gozar de un razonable nivel de consumo y bienestar. Es la primera vez en más de medio siglo que ese piso está siendo puesto en cuestión. Y ese debate no suele resolverse amigablemente. La idea de reconstruir las terribles condiciones existenciales de los finales de la República de Weimar no parece atinada. Allí se empolló el huevo de la serpiente, y el costo terminó siendo la II Guerra Mundial: 80 millones de muertos y un rango de destrucción intolerable.

Ningún conflicto armado amenaza Europa, sólo se trata de una crisis financiera y su adecuada solución política. Las salidas democráticas impiden someterse al interés irrestricto de los bancos, y las no democráticas plantean un rango de involución inadmisible para la compacta mayoría. ¿La solución democrática está avanzando? Ni en Grecia ni en Italia –más allá de las formas– la mayoría decide. El sistema de partidos –una versión de la representación– acepta las imposiciones de la mesa chica de la Unión Europea, el Grupo de Frankfurt, y si esa ruta tendiera a expandirse, si la necesidad mayoritaria fuera brutalmente desconsiderada, la explosión sería inevitable. Los observadores opinan, y comparto esa idea, que Grecia está estallando si en España, más allá de los resultados electorales, sucediera lo mismo, el problema cambiaría de rango. Esa posibilidad sólo puede preocuparnos, no sólo no se avista ninguna fuerza capaz de orientar una solución superadora, sino que un fuerte tufillo a descomposición se registra en Atenas y no sólo ahí.

21/11/11 Tiempo Argentino

Un Hijo De Puta Menos


Publicado por Daniel Aranda
Y si, al final también se mueren.  No importa cuan hijos de puta o abjectos chupacirios seas en vida.  En relidad tampoco es necesario que te reconozcan asesino, torturador, secuestrador, la muerte haciendo gala de una total indiferencia de género o valores que le sirven solo a los vivos, toma a sus presas cuando le viene en ganas.  Por suerte con este personaje, dió el suficiente tiempo para que se lo juzgue y condene.  Se hizo justicia.

“Son Boicots Encubiertos Que Afectan A La Compañía”


En medio del conflicto con los gremios de pilotos y mecánicos, la jefa de Estado fue a Aeroparque a inaugurar un hangar y aprovechó para respaldar de manera categórica al presidente de Aerolíneas y cuestionar con inusual dureza a aquellos sindicatos.



Por Cristian Carrillo

“Para los que todavía no entendieron mi pedido como presidenta de la República, a ese señor, que está sentado ahí y que se llama Mariano Recalde, no lo puso (como presidente de Aerolíneas) el Espíritu Santo, lo nombró esta presidenta”, señaló ayer la jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, durante la inauguración en Aeroparque del nuevo hangar de Austral. La primera mandataria hizo una férrea defensa de la gestión estatal de la compañía que fue expropiada en 2008. Fue un discurso visceral, de más de cuarenta minutos, durante el cual se refirió sin medias tintas a los conflictos intersindicales que complicaron las operaciones de la aerolínea de bandera en las últimas semanas. Cristina criticó los “boicots encubiertos” y les reiteró el pedido de colaboración: “Háganlo por sus compatriotas, por los 40 millones de argentinos, y sobre todo por aquellos que nunca vieron un avión de cerca y, sin embargo, pagan sus impuestos y sus cosas, y tal vez nunca vuelen en la Argentina, háganlo por ellos”.

La inauguración del hangar estaba prevista para el miércoles de la semana pasada. El acto se reprogramó para ayer a causa de los conflictos de los gremios de pilotos y de mecánicos con la conducción de AA. Incluso, se cruzaron misivas en torno de la veracidad de la obra. Aerolíneas Argentinas indicó que reformó el hangar (ex CATA), con una inversión en reestructuración y equipamiento de más de cinco millones de pesos. El discurso de la Presidenta fue interrumpido en 26 oportunidades por aplausos y vitoreos de los trabajadores presentes en el Aeroparque Jorge Newbery, en su mayoría maleteros y empleados de rampa de la Asociación de Personal Aeronáutico. Previo a su discurso, y a pedido de CFK, se trasmitió en pantalla gigante parte del acto en donde la Presidenta anunciaba que el Estado recuperaba Aerolíneas, un 21 de julio de 2008. La proyección le permitió poner en perspectiva algunos de los reclamos sindicales actuales. La Presidenta aseguró que las medidas llevadas a cabo por los gremios en los últimos días “son boicots encubiertos, porque no son acciones declaradas y abiertas, sino que son vuelos que no salen, que se cancelan o se caen. ¿Saben qué siento? Que esa frase, que todos me repetían de manera monocorde: ‘Aerolíneas somos todos’, ahora parece que Aerolíneas son unos pocos y la verdad es que yo no quiero que sea así. Yo quiero que Aerolíneas sea de los 40 millones de argentinos”, cuestionó. La jefa de la Nación también hizo un pormenorizado detalle de las inversiones que realizó el Estado para poner en forma la compañía y la recuperación de los salarios de sus trabajadores (ver aparte). Los sueldos de los pilotos, cuyo sindicato en Aerolíneas critica la gestión de Recalde, se ubican en torno de los 40.000 pesos mensuales.

En las últimas semanas dirigentes de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que conduce Ricardo Cirielli, y de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), presidida por Jorge Pérez Tamayo, se cruzaron duramente con el directorio de Aerolíneas. Los primeros, por una cuestión de encuadramiento sindical, y los segundos, por no estar a favor de que se renueve la actual flota de Jumbos para vuelos internacionales.

El último conflicto entre el Gobierno y esos sindicatos le hizo perder a Aerolíneas 20 millones de dólares, “calculados a estándar internacional”, indicó CFK. “¿Por qué? Porque no solamente es el dinero que uno tiene que devolver de los pasajes, los hoteles, la comida y los transfers; ahí también se calcula internacionalmente la pérdida de prestigio de una compañía”, explicó. Las pérdidas de la empresa fueron incluso más abultadas, debido a que continuaron las suspensiones aun después del traspaso de las operaciones de control del espacio aéreo a la órbita del Ministerio de Defensa. Según estimaciones de la Secretaría de Transporte, la pérdida se ubica entre 25 y 30 millones de dólares.

En otro tramo de su discurso Cristina Kirchner respondió a los ataques realizados por APLA a la administración de Aerolíneas, en particular al directorio. “Quería venir hoy aquí también porque algunas manifestaciones que escuché, acerca de la juventud, de los jóvenes, pareciera ser un pecado tener menos de 40 años. No sé si hablan desde la envidia aquellos que tienen más de 50 o 60, o hablan simplemente con las rémoras del pasado, frente a jóvenes que han logrado que nos volvamos a incorporar a IATA, a Sky Team, que nos han puesto como una línea de bandera digna de ser tomada”, señaló en referencia al titular de Aerolíneas, que tiene 39 años. En contraposición, criticó las actitudes “chiquilinas” de los gremios: “Hasta hace poco, si uno era piloto de un vuelo o de una línea, no podía volar en la otra, algo así como ‘no te dejo volar en mi avioncito porque sos del otro avioncito’”.

Las palabras de Cristina se iban entrecortando, entre la emoción al recordar a Néstor Kirchner y el enojo que le generan las actitudes que iba enumerando de algunos gremios. Buscó entonces una nota de color. Recordó los vuelos que fueron suspendidos desde Roma en mayo de 2008 por motivo de colitis de parte de la tripulación que debía comandar esa aeronave. “Vuelos que quedaron colgados en Roma, en Auckland y todos lugares en donde los médicos no podían constatar el estado de esa simultaneidad de colitis. Perdónenme, es más elegante la tendinitis, pero bueno el informe decía colitis”, manifestó en referencia al conflicto con los trabajadores del subte (ver aparte). “Cuando yo escuchaba declaraciones de que los vuelos están mal programados, cuando quien los programaba eran precisamente los que los boicoteaban; cuando decían que la operación estaba mal hecha y los que gerenciaban la operación habían sido puestos por ellos mismos, realmente me pareció ya más que una falta de cooperación, un ejercicio de cinismo inadmisible”, continuó.

También defendió el paquete de medidas que se anunció este lunes, el cual abarca redefinir rutas, acelerar el proceso de renovación de flota, aumentar la productividad de los pilotos y eliminar algunos privilegios de esos trabajadores. El anuncio recibió en su mayoría apoyos, pero también hubo duras críticas de parte del gremio de pilotos de Pérez Tamayo. “El plan que fuera presentado la semana pasada por el ministro de Planificación (Julio De Vido), junto al ministro de Trabajo (Carlos Tomada) y de Turismo (Enrique Meyer) me fue consultado, paso por paso, en Olivos, antes de ser anunciado. Que nadie confunda a nadie: la que decide es esta presidenta por mandato popular”, les recordó a los sindicatos.

CFK cotejó en su discurso la situación de Aerolíneas durante su etapa privatizada y la actual, gerenciada por el Estado. “Esta presidenta se hizo cargo de esta compañía en nombre de todos los argentinos en ese momento: quebrada, vaciada, sin aviones, dejada de la mano de quienes la habían quebrado, con el desempeño también de seis sindicatos en su interior. Hoy aquí estamos inaugurando el hangar para los nuevos 20 aviones Embraer, que adquirió esta administración”, planteó. El hangar fue adecuado para la operatoria y mantenimiento de la flota de aeronaves Embraer 190 de Austral, que operan desde dicha estación aérea. La nueva factoría cuenta con taller de ruedas y frenos, de baterías y oxígeno, para la reparación y mantenimiento de los aviones E-190. El equipamiento de estos talleres demandó una inversión adicional de 2,2 millones de pesos.

“El apoyo que necesito es del trabajo. Trabajen, den todo lo mejor de sí para que Aerolíneas sea lo que me dijeron todos ustedes, aquel 21 de julio del 2008, en la Casa Rosada, en el Salón Blanco, que Aerolíneas Argentinas somos todos, demuéstrennos a los argentinos”, concluyó la jefa de Estado, quien consideró que “no hay que pelear, no hay que confrontar, hay que persuadirlos de que tienen que trabajar todos los días para levantar cada día más la línea”.


Otro mensaje para Macri

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó la dilación del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en aceptar el traspaso del subte a su jurisdicción. “Cuatro días después del voto no positivo del vicepresidente (Julio Cobos), en el momento más difícil de mi gobierno, nos hicimos cargo de Aerolíneas. Digo esto porque por ahí cuando uno escucha que no pueden hacerse cargo del subte, administrado por una empresa nacional, solvente, con un solo gremio, en una situación económica y socialmente diferente”, señaló la mandataria, en relación con la postura del gobierno porteño. Fernández de Kirchner realizó varios puntos de anclaje entre la situación gremial dentro de la línea de bandera y los subtes. “Se acuerdan, el otro día, que en el subte había ocurrido un problema de tendinitis.” Bueno, acá (por Aerolíneas) parece ser que en mayo del año 2008, no hubo un problema de tendinitis, sino de colitis”, afirmó la mandataria. La referencia fue sobre Jorge Pérez Tamayo, el titular del gremio de los pilotos. “No puedo porque tengo tendinitis o colitis. Y yo, queridos, se me murió mi compañero de toda la vida y salí a trabajar poniendo el hombro todos los días”, concluyó CFK.


Un tiro por elevación a Moyano

A dos días del duro discurso en la reunión anual de la Unión Industrial Argentina, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a cuestionar, de manera solapada, algunas acciones del gremio de camioneros, liderado por Hugo Moyano, también líder de la CGT. La mandataria cuestionó los bloqueos que realizara ese gremio a la empresa de catering que opera en Ezeiza. También hizo una fuerte defensa de la conducción de la línea de bandera, bajo la presidencia de Mariano Recalde.

“El otro día me contaba alguien que viajó, no me acuerdo si me dijo en United o en American, que como no habían podido subir el catering, en esto no tenían que ver ustedes (NdeR: les dijo a los trabajadores del gremio de maleteros, presentes en el acto de manera masiva), pero sí otro bloqueo en otra parte del aeropuerto, el piloto dijo por altavoz a todos los pasajeros que la culpa de que no les dieran comida era del Estado argentino, que no había podido garantizar que llegara hasta allí”, lamentó la Presidenta.

“Sentí mucha vergüenza como argentina y también un poquito de desilusión ante tanta poca correspondencia por lo que hemos logrado y han recibido en estos ocho años de gobierno. Nadie pretende recibir las gracias, simplemente que defiendan lo que es de ustedes porque el día en que esto se acabe, se llevarán puestos a los trabajadores argentinos”, advirtió la Presidenta, en un mensaje que buscó hacer reflexionar a los sindicatos que cuestionan el manejo que hace el Gobierno de la empresa.

Los últimos discursos de la mandataria apuntaron de lleno a la responsabilidad sindical. También se diferenció de la CGT esta misma semana cuando rechazó el proyecto de distribución de ganancias empresarias entre los trabajadores. Moyano dijo al día siguiente que la ley es necesaria y que seguirá pidiendo por ella.

“Escuché algunas manifestaciones acerca de la juventud. Pareciera ser un pecado tener menos de cuarenta años. No sé si hablan desde la envidia o con las rémoras del pasado, frente a jóvenes que han logrado que nos volvamos a incorporar a IATA, a Sky Team, que nos han vuelto a poner de vuelta como una línea de bandera digna de ser tomada”, concluyó la mandataria en Aeropoarque.

Una Buena Explicación De La Crisis Bancaria


LA CRISIS EXPLICADA EN 1 MINUTO 
La crisis financiera explicada de manera sencilla

Heidi es la propietaria de un bar en Berlín, que ha comprado con un préstamo bancario. Como es natural, quiere aumentar las ventas, y decide permitir que sus clientes, la mayoría de los cuales son alcohólicos en paro, beban hoy y paguen otro día. Va anotando en un cuaderno todo lo que consumen cada uno de sus clientes. Esta es una manera como otra cualquiera de concederles préstamos. 
Nota: Pero en realidad, no le entra en caja ningún dinero físico.

Muy pronto, gracias al boca a boca, el bar de Heidi se empieza a llenar de más clientes.
Como sus clientes no tienen que pagar al instante, Heidi decide aumentar los beneficios subiendo el precio de la cerveza y del vino, que son las bebidas que sus clientes consumen en mayor cantidad. El margen de beneficios aumenta vertiginosamente. 
Nota: Pero en realidad, es un margen de beneficios virtual, ficticio; la caja sigue estando vacía de ingresos contantes. 

Un empleado del banco más cercano, muy emprendedor, y que trabaja de director en la sección de servicio al cliente, se da cuenta de que las deudas de los clientes del bar son activos de alto valor, y decide aumentar la cantidad del préstamo a Heidi. El empleado del banco no ve ninguna razón para preocuparse, ya que el préstamo bancario tiene como base para su devolución las deudas de los clientes del bar.
 
Nota: ¿Vais pillando la dimensión del castillo de naipes? 

En las oficinas del banco los directivos convierten estos activos bancarios en "bebida-bonos", "alco-bonos" y "vomita-bonos" bancarios. Estos bonos pasan a comercializarse y a cambiar de manos en el mercado financiero internacional. Nadie comprende en realidad qué significan los nombres tan raros de esos bonos; tampoco entienden qué garantía tienen estos bonos, ni siquiera si tienen alguna garantía o no. Pero como los precios siguen subiendo constantemente, el valor de los bonos sube también constantemente. 
Nota: El castillo de naipes crece y crece y no para de crecer, pero todo es un camelo; no hay detrás solidez monetaria que lo sustente. Todo son "bonos", es decir, papelitos que "representan" tener valor siempre y cuando el castillo de naipes se sostenga.


Sin embargo, aunque los precios siguen subiendo, un día un asesor de riesgos financieros que trabaja en el mismo banco (asesor al que, por cierto, despiden pronto a causa de su pesimismo) decide que ha llegado el momento de demandar a Heidi el pago de su préstamo bancario; y Heidi, a su vez, exige a sus clientes el pago de las deudas contraídas con el bar.
Pero, claro está, los clientes no pueden pagar las deudas. 
Nota: ¡¡¡Porque siguen sin tener ni un céntimo!!! Han podido beber cada día en el bar porque "se comprometían" a pagar sus deudas, pero el dinero físico no existe.


Heidi no puede devolver sus préstamos bancarios y entra en bancarrota. 
Nota: Y Heidi pierde el bar.

Los "bebida-bonos" y los "alco-bonos" sufren una caída de un 95% de su valor. Los "vomito-bonos" van ligeramente mejor, ya que sólo caen un 80%.
Las compañías que proveen al bar de Heidi, que le dieron largos plazos para los pagos y que también adquirieron bonos cuando su precio empezó a subir, se encuentran en una situación inédita. El proveedor de vinos entra en bancarrota, y el proveedor de cerveza tiene que vender el negocio a otra compañía de la competencia. 
Nota: Porque los proveedores de vinos y cervezas también le fiaban a Heidi, creyendo que estaban seguros de que cobrarían con creces al cabo del tiempo. Como no han podido cobrar dado que el dinero no existe, la deuda de Heidi se los ha comido a ellos. 

El gobierno interviene para salvar al banco, tras conversaciones entre el presidente del gobierno y los líderes de los otros partidos políticos.
Para poder financiar el rescate del banco, el gobierno introduce un nuevo impuesto muy elevado que pagarán los abstemios
Nota: Que es lo que de verdad ha pasado. Con los impuestos de los ciudadanos inocentes, los gobiernos han tapado el agujero financiero creado por la estupidez de los bancos.
 

viernes, 18 de noviembre de 2011

Bochornoso


Gerardo Fernández



Hay una intelectualidad gorila que desprecia las manifestaciones populares. Sebreli es quizá su expresión más bochornosa. Es cierto que en su momento Galtieri tuvo un alto nivel de respaldo en su aventura malvinera, tan cierto como que la recuperación de la islas es una reivindicación muy fuertemente instalada en nuestra memoria colectiva y que entonces es por ahí por donde habría que buscar explicaciones al respaldo popular que tuvo el accionar de la dictadura en 1982. Pero comparar ese apoyo con un proceso electoral donde en ambos casos, y superando el 50%, la presidenta fue reelegida, es verdaderamente patético. Para esta gente todo es lo mismo, por ejemplo comparar un apoyo que nunca se mensuró electoralmente, como el de Galtieri, con la ratificación de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta.



¿Qué rigor analítico puede haber cuando se parte de una comparación tan traída de los pelos? ¿Cuántos votaron a Galtieri? ¿No estamos ya en tiempos donde hay que empezar a exigir cierto nivel de seriedad?

jueves, 17 de noviembre de 2011

Los Mocasines Del Militante


El Argentino, jueves 17 de noviembre de 2011
Jorge Giles

Llovía a cantaros ese 17 de noviembre de 1972.

El militante se había empapado ya la noche anterior, llevando y trayendo las banderas y los bombos al local del barrio.
La alegría y la emoción se mezclaban con el regreso de Perón a la patria.
El frío en los huesos no contaba. El mate cocido caliente remediaba todo.
Los compañeros iban llegando para marchar de allí hasta Ezeiza.
Pero debía cambiarse esas zapatillas antes de largar la marcha
Repasaban una y otra vez las instrucciones del Movimiento y la JP.
El documento de identidad. Papel de diario. Fósforos. Pan y dulce.
El listado de los compañeros. No caer en ninguna provocación y avanzar organizadamente.
El militante tiritaba de frío con los pies mojados.
Corrió a cambiarse y volvió al instante con un nuevo calzado: un par de impecables mocasines.
Sus amigos lo gastaban por su facha de flaco militante, de campera militante, de mirada militante, de conducta militante y de zapatos mocasines a tono para una gran fiesta.
El cielo no mejoraba. Y ellos marchaban alegres hacia Ezeiza.
La columna se engrosaba en cada barrio. Retenes militares por aquí y por allá, pero nada ni nadie los podía detener.
El repertorio era incansable: el Himno, la Marchita, consignas populares y de tramo en tramo un “Viva Perón, carajo” que venía desde lejos.
Arriba del avión también se cantaba. Pero la tensión crecía.
Perón le dio instrucciones precisas al Chacho Pietragalla, de la JP.
“Por si las moscas”, le dijo. Y le enseñó las armas.
“¿Y si lo quieren apresar, General?”
“Habrá que resistir” respondió Perón a Juan Manuel Abal Medina a poco de bajar en Ezeiza.
Los encerraron en el Hotel del Aeropuerto.
La dictadura esperaba una rendición total de Perón ante Lanusse.
“Vamos a salir de acá, así el pueblo se entera que me tienen preso” ordenó Perón.
“No me obligue a disparar” dijo un comisario a cargo del cerrojo.
Perón avanzó igual. Lo escoltaban Cámpora, Rucci y Abal Medina.
Llegaron a la casa de Gaspar Campos.
Los muchachos, dispersos entre los bosques y el río, reagrupaban fuerzas hacia allá.
“La Casa Rosada cambió de dirección, está en Vicente López por orden de Perón”.
Sale el sol. Y Perón habla desde una ventana a esa multitud: “Compañeros…gracias…siento una inmensa satisfacción al presenciar la calidad humana de nuestra juventud…cuando un país puede confiar en su juventud debe sentirse orgulloso de su futuro…el mañana es de ustedes…quiero entregarles un consejo: la fe de ustedes debe ser inquebrantable”
El militante señaló sus mocasines ya destartalados por el aguacero y comentó por lo bajo:
“¿Vieron quién es el único que vino correctamente calzado para esta fiesta?”
Así nació el Día del Militante.

Un 17 de Noviembre de 1972... Volvió!

Un 17 de noviembre de 1972 regresaba el General Perón al País. Ese día cargado de nubes con molestas lluvias, con las expectativas de años, de los días anteriores, agudizadas la noche anterior, marcó una bisagra histórica. Regresaba a su patria el líder del movimiento de masas más grande de Latinoamérica. Algunos lo denominaron el día del militante, pero no es tan así, el día de la militancia está mejor; y si apelamos a su origen: El “día de la militancia peronista”.
Aquel 17 de noviembre del 72’ la ardua jornada hacia Ezeiza, ante el acoso de las presencias militares por doquier y con la represión desatada, se vió la garra del avance, del militante de la causa, cruzando vados de agua y barro. Con los sinsabores de las inclemencias del tiempo, se escuchaba el bombo, al que gritaba con todas sus fuerzas un “¡Viva Perón!”, o el maduro militante de la primera resistencia que decía ¡Viniste Papá! Era el escenario de ese día histórico … era el retorno del retorno del General, profetizado por los aerosoles que anunciaban en las paredes el “luche y vuelve”, a los mayores de la resistencia se les estaba dando; y a los pibes de la JP también.
Pero también y más que nunca están, no solo los que gritaban la “vida por Perón”, sino aquellos que la dieron. El Movimiento Nacional tiene miles de mártires, compañeros torturados, fusilados, desaparecidos, … 17 de noviembre, éste día les pertenece a ellos más que a nadie … aquellos muchachos de las utopías y los hechos. Aquellas utopías y sus sueños…De Eduardo Galeano recordamos: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Ellos caminaron, y mucho, generando hechos también…y el General Volvió.
Coco Plaza

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Entre El Cielo Y El Infierno

15-11-2011 por Jorge Giles para El Argentino.


Imaginemos un poco. Es un buen ejercicio para la memoria.
Empecemos por imaginar un día en la vida de Ángela Merker.
La jefa del gobierno alemán se levanta temprano y parte a su despacho.
La Bundeskanzler habla con banqueros, con presidentes de la eurozona y el tema siempre es el mismo: el ajuste.
Nunca una inauguración de escuelas, de fábricas, de caminos y obras públicas.
Nunca.
En tiempos de ajuste salvaje, la palabra “producción y empleo” es una herejía.
Y la palabra “inclusión” te transforma en sospechoso de inmigrante clandestino.
Merkel charla animadamente con el francés Sarkozi y se dividen las tareas.
Uno habla con los griegos. Otro, con los italianos.
Recitan la receta del FMI con algunos bemoles.
“Europa desaparece si desaparece su moneda” dicen. “Es la crisis más grande desde la segunda guerra mundial. ¿Cómo debemos enfrentarla? Ajustando más la economía con menos gasto público, menos empleo, menos inversiones”.
España ya probó la medicina. Y se cae. Portugal, ídem. Grecia e Italia, ídem.
La cultura greco romana no era tan fuerte como nos enseñaron.
¡Hasta el petiso Asterix se les anima!
¿Y un día en la vida de nuestra Presidenta es muy distinto?
Se levanta temprano. Recibe a sus ministros y funcionarios.
Viene de Tierra del Fuego. Inauguró una fábrica. Habló a los trabajadores y les pidió que cuidemos el país que reconstruimos y que vamos por más. Siempre.
Vuelve a Buenos Aires. Viaja a Santa Fe. Recorre la planta de General Motors en Alvear, en las afueras de Rosario. Le muestran la unidad 200.000 del modelo “Agile” producido en el país y, además, se anuncian más inversiones.
Pronuncia un discurso y luego se dirige a la ciudad santafesina de Las Parejas; cierra la 8ª edición de la Muestra Agroindustrial, “Néstor Kirchner”; participan más de 90 empresas de maquinaria agrícola.
Se anuncian inversiones por 2,5 millones de dólares y se descubre una placa recordatoria con la frase que pronunció Néstor Kirchner en julio de 2007, cuando dijo: “Las Parejas es el corazón vivo de la Argentina que renace”.
Dice Cristina: “es bueno que los argentinos sepamos que tenemos que defender con uñas y dientes, en un mundo complejo que se derrumba, este modelo que hemos construido entre todos y que aprendamos que cuando comienza a irle mal a un sector, generalmente son los más vulnerables los que más tarde o más temprano sufrirán las consecuencias”.
En el regreso lee que la ministra Alicia Kirchner declaró: “Mientras en el mundo se discute el ajuste, en Argentina se siguen generando puestos de trabajo e inclusión”.
Cristina sonríe.
Sabe que él la está mirando desde algún rincón del cielo, mientras festeja el triunfo de Argentina.

martes, 15 de noviembre de 2011

Consenso

Por Raul Ludueña


Confundieron la política con una suma matemática. Abandonaron la prédica de las convicciones y en un intento desesperado por asaltar el poder se aferraron a doctrinas económicas que muestran el agotamiento de los viejos paradigmas que le dieron vida. Doctrinas que causan estragos entre los pueblos del mundo, mientras millones de dólares de la usura engordan las arcas de las minorías político-financieras, que no dudan en dejar a otros tantos millones de personas con nada. En la nada, en las calles con las cacerolas. Es una mancha venenosa con características de pandemia que se va expandiendo por toda Europa. Pretenden desarticular nuestras luchas con operaciones de prensa que nos neutralicen. Son mínimas expresiones políticas que reciben las migajas del poder. Es fundamental para tamaña empresa la construcción de una propaganda mediática que implante en el pensamiento colectivo el error de elegir un gobierno autoritario, fascista, inepto, débil y cuanto adjetivo descalificante se les ocurra a los creativos contratados a tal fin, para referirse a los gobiernos de las mayorías. En estas elecciones nos quisieron convencer que para salvar la patria era imprescindible que se entienda que un rejunte de políticos sin ideas debía asumir una actitud patriótica, sumarse a una alianza democrática y lograr el poder. Por supuesto, el pueblo debería votarlos, de no ser así intentarán otras opciones. Ellos no descansan, nosotros tampoco. Las fuerzas retrógradas accionan socialmente a través de los medios de comunicación asociados en las ganancias, operan sobre la realidad en un intento por justificar estrategias desetabilizantes, amplificando discursos cargados de palabras como autoritarismo, chavismo, populismo, corrupción, crispación, maltrato, escándalo. Es la manera de generar el clima propicio para narcotizar a la sociedad paralizando el camino del pueblo hacia un destino más inclusivo, más igualitario, más justo. Son las mismas minorías que siempre funcionaron como soporte ideológico de las dictaduras militares y hoy lo hacen al servicio del capital especulativo. Se agitan fantasmas de caos económico, corridas bancarias, desmadre del dólar y demás plagas del mercado de capitales. Para seguir bailando la tarantela en una milonga triste de barrio marginal necesitan que los cultores del fracaso utilicen la palabra mágica: consenso, que no es otra cosa que disimular el regreso al mundo de los ’90, disfrazado de acuerdo entre partes con intereses contrapuestos y contrapuestos a las mayorías. Consenso para bajar las retenciones y dejar a la masa de carenciados sin ayuda social. Consenso para liberar a los genocidas y evitar que se haga justicia. Consenso para anular la Ley de Medios y silenciar los reclamos populares. Consenso para frenar la obra pública y el consumo. Consenso para entregar nuevamente el ahorro de nuestros trabajadores a las AFJP. Consenso para no controlar el dólar y permitir la transferencia de divisas hacia los paraísos fiscales. Consenso para bajar el presupuesto educativo. Consenso sin debate, que sólo busca la aceptación de las directivas de los grandes capitales internacionales, para recuperar el terreno perdido en nuestra patria. Nosotros, los militantes del campo Nacional y Popular, preferimos el disenso generador de debates en cuanto al modelo de país que queremos. No queremos el consenso de la democracia rubia, formal, pulcra, republicana. La de los falsos consensos. Preferimos disentir, la discusión, la confrontación de ideas o el consenso en una democracia verdadera. La del pueblo descamisado, la de los gronchos, la de los perucas, la de los cabecitas negras, la de los grasitas. La del pueblo trabajador. En propuestas populares que nos incluya a todos sobrarán los consensos. En mejoras para nuestros jubilados tendremos consenso. En mejor educación tendremos consenso. En más vivienda y mejor calidad de vida de quienes menos tienen habrá consenso, en mejor salud pública habrá consenso. Mientras estos objetivos estén fuera de discusión en las sectas minoritarias y el capital concentrado, no consensuaremos. La sangre derramada jamás será negociada.

15/11/11 Tiempo Argentino