¿Cuántas
tapas de Clarín, La Nación o Infobae (por decir algunos medios) vimos en los
últimos meses con el valor del dólar "blue"?
¿Cuántas
notas explicando en detalle las múltiples operetas y bicicletas armadas en las
cuevas de la city para comprar dólares en condiciones de ilegalidad, con guita
negra, no declarada al fisco o de origen espúreo?
Meses
naturalizando como vivez criolla, o "resistencia a leyes injustas"
(diría Braun, el economista de cabecera de Macri) lo que son, lisa y
llanamente, delitos.
Y
ahora que trasciende que el gobierno haría alguna especie de acuerdo (que no
está del todo claro como sería) con las casas de cambio para bajar el
"blue", todos de golpe se ponen melindrosos y legalistas.
Y
si no, miren a éste otro:
Un
especialista en delitos, sin duda: cortador compulsivo de rutas,
desasbastecedor serial, evasor histórico, negreador de la peonada (él, la Rural
y toda su caterva), golpistas recurrentes todos ellos, jamás declaran lo que
verdaderamente producen, trafican con cartas de porte truchas a nombre de
jubilados, y ahora se desgarra las vestiduras por el dólar ilegal.
Como
si no fuera él (ellos, todos los agrogarcas) de los primeros que se benefician
con que haya un mercado marginal del dólar que en el que la cotización se aleje
de la del mercado legal.
O
si no estuvieran sentados arriba de 16.000 millones de dólares en soja,
esperando que el verde suba.
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