miércoles, 9 de mayo de 2012

La recomposición


Por Gerardo Fernandez

En estas jornadas tiendo a ponerme solemne y temo escribir pero si no lo hago no podré dormir. Si la privatización de YPF fue el punto más alto de la avanzada contra el pueblo argentino, quizá este día sea el comienzo de la recomposición de lo que antes llamábamos "campo del pueblo". A ver, la privatización de YPF es parte de la tremenda derrota que padeció el pueblo argentino y la derrota es transversal y arrastra a todo el espectro político. Mal haremos si nos quedamos enganchados en la privatización del 92 y si la acción de oro luego fue entregada por la Alianza. Menemismo y Alianza expresan una misma cara de una dirigencia que fue pasada por arriba. Por eso hoy, no deja de estar bueno que en el radicalismo, y pese a todo, Ricardito haya votado con nosotros y Aguad se haya tenido que ausentar del recinto. No es mucho, pero por algo se empieza.

No estuve de acuerdo con la privatización de YPF pero tampoco tuve armas para pelear en contra, lo viví como un despojo obvio, como un desenlace natural. Es que me habían expropiado la política, me habían quitado el instrumento, el arma. Hoy lo estamos recuperando y aunque falta mucho hemos avanzado un montonazo. Si todo esto sirve para que las fuerzas políticas populares se desacoplen de las grandes corporaciones estamos hechos, quizá como generación cumplimos con nuestro rol y los que nos siguen harán el resto.

Si logramos que la política siga volviendo la recomposición seguirá dándose, no hay duda. pero me quiero quedar con esto de la derrota porque siento que por ahí no miramos en profundidad todo lo que padecimos ¿Acaso alguien puede dudar de que si el radicalismo hubiese sido mayoría en los 90 no hubiera hecho lo mismo que el peronismo?  ¿Acaso muchos no votamos, precisamente, a Menem para que Angeloz no hiciera lo que después hizo el turco? Recuerdo mi voto a Menem, fue defensivo, para evitar que Angeloz llegara con el lápiz rojo a Casa Rosada.

En países dependientes como los nuestros, la confrontación es entre la política y las corporaciones y minorías aliadas al imperialismo, por eso cuando nos ganan, nos ganan a todos, y cuando no lo advertimos y encima nos trenzamos entre nosotros seguimos hundiéndonos en esa arena movediza. Y luego de que nos derrotaron nos infiltraron y resulta que luego los infiltrados en las fuerzas populares son los que tienen la manija. Ahí estamos en el fondo del mar. Menem, De la Rúa, Aguad y Morandini son el mismo equipo.

Pero además, cuando se privatizó YPF había consenso, seguramente menor al que hoy se registra por su recuperación, pero había un clima privatizador, los que vivimos esos años lo sabemos. Es que nos habían ganado la cabeza popular, es que "Doña Rosa" se había creído el cantito de Neustadt. Es que es el pueblo, a la postre, el que también juega en esto y nuestro pueblo creyó de buena fe que la las privatizaciones eran una solución a nuestras desventuras. Hasta que los años le demostraron cómo eran de verdad las cosas. Y el pueblo aprendió de su propia experiencia. Aprendimos todos porque, vamos ¿Alguien puede alegrarse de no haber estado del lado de las mayorías en los 90? Yo no lo estuve y, la verdad, no me dice nada. Tengo decenas de cassettes con mis programas en medio de la orgía menemista y me los meto en el orto porque lo que determina es la voluntad de la mayoría y en esos años la voluntad de la mayoría estaba ganada por un discurso y un paradigma que resultó perjudicial y ese que se creía piola porque mandaba a la vieja a lo del hermano y en su pieza montaba un maxikiosco con el retiro voluntario se terminó comiendo hasta las estanterías.

Lo importante, entonces, es ver dónde está la regla y dónde la excepción. Me temo que esta medianoche es la regla y que los 90 fueron la excepción, creo que es así, creo que el pueblo debió atravesar por esa experiencia para extraer conclusiones y reaccionar como lo viene haciendo. No es joda que más del 70 % esté a favor de la recuperación. No es joda el 54 % de octubre. El pueblo está a la ofensiva y saber interpretarlo es vital para no cometer errores. Me decía un diputado radical en estos días que cuando van a un comité, antes de que digan una palabra, los afiliados los encaran diciendo "ni se les vaya a ocurrir votar en contra"

Los 90 forman parte del paquete que se ató en 1976. Los 25 años que median entre el golpe y diciembre de 2001son una sola película y a partir de ahí empezamos a recomponer, a enchamigarnos con la política y al recuperar el instrumento recuperamos la pelota que ahora la manejamos nosotros. A ver si somos capaces de tenerla y no perderla de nuevo.

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