Por Eduardo Videla
“Cuando uno se pregunta qué hizo la Ciudad para disminuir la cantidad de residuos a enterrar, la respuesta es muy sencilla: nada. Por eso es lógico el reclamo de la provincia, que ve crecer su pasivo ambiental sin que el gobierno porteño asuma un compromiso solidario para remediar la situación”. Esto afirmó ayer el auditor porteño Eduardo Epzsteyn, quien fue ministro de Ambiente hasta 2006, respecto de la tarifa diferenciada que la Ceamse aplicará a la Ciudad a partir de junio, por la disposición de sus residuos, y de la respuesta que dio Mauricio Macri.
Para Edgardo Form, diputado por Nuevo Encuentro, “2008, 2009 y 2010 fueron los peores años desde la sanción de la Ley de Basura Cero y representan los tres años en los que más basura se enterró en la última década”. Esa ley establece un cronograma para que la Ciudad reduzca la cantidad de residuos que van a relleno sanitario, que en vez de bajar, subió. “Greenpeace advirtió que el pico de crecimiento de 2008 debió ser una señal de alerta, pero el gobierno de Macri, como es costumbre, optó por no hacer nada”, agregó Form.
Epzsteyn, por su parte, advirtió que Macri, cuando asumió, contaba con esa ley como “marco legal para aplicar políticas de reducción de la generación de residuos”, pero por la “la falta de convicción para aplicar una política seria hizo que ese instrumento se volviera inútil”. “Nunca se trabajó en conjunto con la provincia, no aplicaron seriamente planes de educación e información para que los vecinos puedan separar en el hogar y pasaron años hasta que colocaron los primeros containers para la disposición diferenciada”, enumeró el ex ministro de Aníbal Ibarra.
Para el diputado Form, “más que campañas como ‘Jugá Limpio’, que pueden pasar los filtros de agencias de publicidad pero no se ajustan a lo establecido por la Ley de Basura Cero, es necesario un plan integral de gestión de residuos sólidos urbanos que incluya recolección diferenciada y el tratamiento adecuado de residuos secos y orgánicos, la realización de campañas de comunicación sobre las ventajas de la separación domiciliaria de residuos. Es decir, una gestión eficaz y participativa y no una nueva ola de grandes globos amarillos”, concluyó.
Otras voces
- Francisco “Barba” Gutiérrez, intendente de Quilmes: “Macri tiene que asumir su responsabilidad para con todos los porteños en el tema de la basura. Cuenta con un presupuesto enorme, ojalá Quilmes contara con esos recursos, porque podríamos hacer una planta de reciclado y una planta de tratamiento para convertir la basura en energía”.
- Juan Patricio Mussi,intendente de Berazategui: “Le pido al jefe de Gobierno porteño que se haga cargo de su basura. Yo puse la cara en una boleta y me votaron, entonces me hago cargo de eso, este tipo no se quiere hacer cargo; si generan basura tienen que ver qué hacen con ella y si la van a mandar a la provincia de Buenos Aires tendrán que pagar lo que corresponda”.
- Darío Giustozzi, intendente de Almirante Brown: “El pasivo ambiental que tienen los municipios del conurbano bonaerense por recibir semejante cantidad de basura de la ciudad de Buenos Aires es escandaloso, es de trato metropolitano y en un ámbito de consenso nacional donde tenemos que encontrar mecanismos de compensación. El ahogo económico lo sufrimos los municipios por el enorme pasivo ambiental y el impacto en la calidad de vida de nuestros vecinos por recibir tanta basura por día en nuestros municipios”.
- Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora: “A Macri todo lo que sea trabajar o utilizar el ingenio en las políticas públicas de la Argentina no le conviene. La Presidenta fue muy clara cuando dijo que acá hay que trabajar, y ella misma hace un esfuerzo muy grande, cada uno tiene que tomar su propia responsabilidad y trabajar en conjunto. Es muy fácil agarrar toda la basura y tirarla al conurbano”.
- Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda: “Esto no es un ahogo económico, esto tiene que ver con las responsabilidades de cada gobierno para resolver sus cuestiones, y hay un programa de Basura Cero que el gobierno porteño tenía que implementar y hasta ahora no ha hecho nada”.
“Cuando uno se pregunta qué hizo la Ciudad para disminuir la cantidad de residuos a enterrar, la respuesta es muy sencilla: nada. Por eso es lógico el reclamo de la provincia, que ve crecer su pasivo ambiental sin que el gobierno porteño asuma un compromiso solidario para remediar la situación”. Esto afirmó ayer el auditor porteño Eduardo Epzsteyn, quien fue ministro de Ambiente hasta 2006, respecto de la tarifa diferenciada que la Ceamse aplicará a la Ciudad a partir de junio, por la disposición de sus residuos, y de la respuesta que dio Mauricio Macri.
Para Edgardo Form, diputado por Nuevo Encuentro, “2008, 2009 y 2010 fueron los peores años desde la sanción de la Ley de Basura Cero y representan los tres años en los que más basura se enterró en la última década”. Esa ley establece un cronograma para que la Ciudad reduzca la cantidad de residuos que van a relleno sanitario, que en vez de bajar, subió. “Greenpeace advirtió que el pico de crecimiento de 2008 debió ser una señal de alerta, pero el gobierno de Macri, como es costumbre, optó por no hacer nada”, agregó Form.
Epzsteyn, por su parte, advirtió que Macri, cuando asumió, contaba con esa ley como “marco legal para aplicar políticas de reducción de la generación de residuos”, pero por la “la falta de convicción para aplicar una política seria hizo que ese instrumento se volviera inútil”. “Nunca se trabajó en conjunto con la provincia, no aplicaron seriamente planes de educación e información para que los vecinos puedan separar en el hogar y pasaron años hasta que colocaron los primeros containers para la disposición diferenciada”, enumeró el ex ministro de Aníbal Ibarra.
Para el diputado Form, “más que campañas como ‘Jugá Limpio’, que pueden pasar los filtros de agencias de publicidad pero no se ajustan a lo establecido por la Ley de Basura Cero, es necesario un plan integral de gestión de residuos sólidos urbanos que incluya recolección diferenciada y el tratamiento adecuado de residuos secos y orgánicos, la realización de campañas de comunicación sobre las ventajas de la separación domiciliaria de residuos. Es decir, una gestión eficaz y participativa y no una nueva ola de grandes globos amarillos”, concluyó.
Otras voces
- Francisco “Barba” Gutiérrez, intendente de Quilmes: “Macri tiene que asumir su responsabilidad para con todos los porteños en el tema de la basura. Cuenta con un presupuesto enorme, ojalá Quilmes contara con esos recursos, porque podríamos hacer una planta de reciclado y una planta de tratamiento para convertir la basura en energía”.
- Juan Patricio Mussi,intendente de Berazategui: “Le pido al jefe de Gobierno porteño que se haga cargo de su basura. Yo puse la cara en una boleta y me votaron, entonces me hago cargo de eso, este tipo no se quiere hacer cargo; si generan basura tienen que ver qué hacen con ella y si la van a mandar a la provincia de Buenos Aires tendrán que pagar lo que corresponda”.
- Darío Giustozzi, intendente de Almirante Brown: “El pasivo ambiental que tienen los municipios del conurbano bonaerense por recibir semejante cantidad de basura de la ciudad de Buenos Aires es escandaloso, es de trato metropolitano y en un ámbito de consenso nacional donde tenemos que encontrar mecanismos de compensación. El ahogo económico lo sufrimos los municipios por el enorme pasivo ambiental y el impacto en la calidad de vida de nuestros vecinos por recibir tanta basura por día en nuestros municipios”.
- Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora: “A Macri todo lo que sea trabajar o utilizar el ingenio en las políticas públicas de la Argentina no le conviene. La Presidenta fue muy clara cuando dijo que acá hay que trabajar, y ella misma hace un esfuerzo muy grande, cada uno tiene que tomar su propia responsabilidad y trabajar en conjunto. Es muy fácil agarrar toda la basura y tirarla al conurbano”.
- Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda: “Esto no es un ahogo económico, esto tiene que ver con las responsabilidades de cada gobierno para resolver sus cuestiones, y hay un programa de Basura Cero que el gobierno porteño tenía que implementar y hasta ahora no ha hecho nada”.
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