Gerardo
Fernández
En
esta creación maravillosa de Alejandro Dolina, todos hablan de un
programa que nunca existió. En un documental falso, cada uno de los
entrevistados va dando una opinión desde distintos ángulos sobre algo que en
rigor no existió. La actualidad argentina de nuestros días se asemeja mucho al
"El Show de Alejandro Molina". Se le pide la renuncia al
vicepresidente que en la justicia aún ni siquiera a sido imputado de delito
alguno y hasta se comentan proyectos enviados por el Poder Ejecutivo al
congreso proponiendo cambios en la propiedad de YPF que finalmente nunca
ingresaron.
Todos
hablan sobre montajes preparados por los dos diarios más importantes del país.
No importa luego cómo se suceden los acontecimientos, menos aún la veracidad de
todo lo que a diario se dice desde el dispositivo mediático. Los premios y
castigos, la verdad o la mentira, la culpa o la inocencia son definidos de
manera electrónica, minuto a minuto, después, lo que pasa de verdad en los
hechos es menor, un detalle más. Vos los escuchás hablar de Boudou y te
dan hasta ganas de ir vos a meterlo en cana y después resulta que ni siquiera
ha sido citado por un juez. Pero, eso sí, Mauricio Macri, con procesamiento
ratificado y todo por haber usado el aparato del estado para escuchar entre
otros a sus familiares, es presentado como un pobre empresario de buena fe al
que se le dio por ingresar a la función pública para hacer el bien...
Nunca
como en estos días hay ya no una superposición de relatos mediáticos sobre la
realidad concreta, material, tocable de los argentinos, sino una distancia tan
grande entre lo que existe en el mundo material y lo que se describe en el
montaje audiovisual. Ya no se trata de interpretaciones divergentes, de miradas
distintas sobre un hecho, estamos discutiendo en muchos casos sobre
inventos.
Falsos
documentales sobre hechos que no existieron...
Hoy,
sin ir más lejos, La Nacion y El Cronista hablan de
"reestatización" de YPF, mintiendo a sabiendas porque la
petrolera es una empresa estatal del reino de España. Sucede que lo hacen para
meter miedo, para trabajar sobre cierto nivel de desinformación de la gente que
en muchos casos desconoce que YPF es una empresa estatal de España. Pero no
importa, la presentan como una empresa PRI VA DA que está siendo acechada por
el monstruo K que se la quiere deglutir para saciar sus apetitos más
procases...
Hablamos
de lo que no existe o nos referimos a lo que no es. Por eso debe ser que luego,
cuando la gente se manifiesta en términos concretos sobre los hechos también
concretos como el sueldo, la comida, el trabajo, etc, termina votando en
sentido diametralmente opuesto a lo que le quieren hacer creer por las
pantallas.
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