Por
Ezequiel Lozano
El pelotudo argentino no mira televisión, la acata.
Es ese pelotudo que pone
el grito en el cielo y llama a Magdalena si le vienen 15 pesos de aumento en la
factura del gas y de verdad cree que lo están choreando pero cuando las
empresas de celulares, las prepagas, los colegios privados y las proveedoras de
cable lo empernan con arandela y todo automáticamente, por default razona que
son "reacomodamientos propios del mercado".
El pelotudo argentino
viene desprovisto de fábrica de todas las ideologías que ponen el acento en lo
nacional y priorizan el interés del país al que pertenece. Para él sólo tienen
valor los intereses nacionales de los países de origen de las empresas que
vienen a hacer negocios acá.
El pelotudo argentino está
convencido de que "siempre fue así" aunque nunca pueda probar
absolutamente nada de lo que repite tontamente. Está fatalmente convencido que
"este país no tiene salida" y que por eso hay que hacer la propia
¿vistesss?
El pelotudo argentino cree que siempre los ricos fueron ricos y los pobres
fueron pobres, no contempla la posibilidad de que algo pueda cambiar y cree que
los que lo intentan son unos pelotudos.
El problema del pelotudo argentino
es su obsecación en defender las condiciones estructurales que determinaron que
sea tan pero tan pelotudo. Es el típico gil a cuadros que defiende a Biolcatti
y a Clarín y cree que el Golsito que a duras penas está pagando en cuotas se lo
debe a ellos y no a los pelotudos que como él generan con su trabajo la riqueza
de los poderosos.
El pelotudo argentino ni
siquiera tiene méritos propios en su pronunciado nivel de pelotudez, lo que a
todas luces es la suma de las ignominias, porque ser pelotudo y ni siquiera
haber hecho un cursito para tal fin es lo peor que te puede pasar. Es todo un
logro argentino, lo hicieron enterito acá los que siempre tuvieron claro que la
mejor defensa de sus intereses es que haya un ejército de pelotudos que estén
convencidos de que nada debe cambiar.
Al pelotudo argentino lo mata la indefinición y prefiere la rutina de lo malo
conocido. Además es cagón y hasta se banca que le descuenten el sueldo con tal
de que no lo rajen. Es pragmático, para él la ideología no cuenta. El mundo
está divido entre los vivos y los giles. Ya se sabe dónde cree estar ubicado,
ni falta hace que lo digamos.
El pelotudo argentino que
antes se aterrorizaba con Lanata ahora lo mira como a uno del palo y le comenta
a sus amigos "lo groso que estuvo el gordo anoche".
El pelotudo argentino se conmovió con el rescate de los 33 mineros pero jamás
criticó y en muchos casos ni se enteró de las condiciones infrahumanas del
trabajo en las minas trasandinas.
El pelotudo argentino es
algo así como la condición necesaria para que el país no salga adelante, es la
materia prima de la dependencia.
El pelotudo argentino es
la garantía que tienen las minorías poderosas de que nunca habrá mayorías que
se les planten y les digan ¡Basta!. Porque el pelotudo argentino defiende a los
que lo empoman día tras día y le hacen creer que es un ganador.
Eso sí, es muy pagado de
sí mismo, lo que se dice "un ganadorr" de esos que abrevan en
Sofovich, Rial y Baby Etchecopar, de esos que cuando la Panamericana se abotona
un domingo a las 20.00 se mandan por la banquina al palo. Cuando salen a la
mañana de su casa y desactivan la alarma del Duna arqueando el labio inferior a
la John Wayne y escuchan al robot decir "X 28 de sac ti va
do" sienten hasta una leve erección…
¿Vos, sos un pelotudo
Argentino?
no se porque pienso en dos tipos y klos veo como los arquetipos. uno es rodriguez larreta. el oto pinedo.
ResponderEliminar